Antes de recorrerlo con la casita auto, habíamos estado varias veces en este país, en realidad en la ciudad de Panamá. 

Creíamos conocerlo, pensábamos que era chiquito y que lo único para ofrecer era esta metrópoli y su famoso canal. 

¡Que equivocados estábamos!

Estuvimos casi 3 meses circulando por sus costas y por su centro. Conocimos el archipiélago de Bocas del Toro, sus islas, su gente, su vida. Las playas son tan bellas que podríamos haber estado semanas ahí.

La costa del Caribe y la costa del Pacífico son tan diferentes como hermosas. Hay playas muy chics, hay pueblos surfistas, y hay pueblitos de pescadores.

Tiene montañas bajas, que permiten escaparte del calor de Centroamérica y sumergirte unos días en un pueblito fresco y verde. 

Todo está cerca, tan cerca como su gente.